Camino y ofrenda




Performance e intervención en el entorno natural
Plástico  1.80  X 300 m  aprox
2012


El ritual, como lo es la peregrinación ha sido practica desde hace mucho tiempo por diversas culturas, en ocasiones se trata de un acto de inmolación, autoflagelación, con un fin especifico de purificación, aquí el cuerpo es puesto a prueba en para alcanzar un punto especifico en el espacio con un carácter sagrado, así el valor de tal ritual no consiste en la presencia del sujeto en el recinto o espacio sagrado, sino en la entrega del cuerpo al sufrimiento cuyo fin es la purificación o renovación de votos de fe y del cuerpo mismo. 

La presente obra es una acción que consiste  en ofrecer una ofrenda a la montaña, esto involucra el esfuerzo físico aplicado en el acto en donde se carga en el hombro un rollo de plástico de 40 kg hasta la cima de la montaña para posteriormente dibujar el camino recorrido, a partir de esto en la presente obra  planteo el ritual como una posibilidad de representación para generar una obra pictórica.

La presencia de una huella en la superficie del paisaje es lo que le da latencia al significado de nuestra presencia en el mundo, es por ello que  realzo el valor del tránsito de mi peregrinar como una posibilidad de dibujo en donde se hace evidente el camino recorrido trazándolo con esta gran línea roja. Aquí mi intención es expandir las posibilidades de la manifestación de la pintura, llevándola hasta el plano de lo vivencial en donde la lectura más allá de ser una intervención natural se convierte en una pintura a la escala del paisaje mismo.